Mesa Gastronomica VI (Postres)
Como en casi todos los aspectos de la vida los finales o
cierres de experiencias suelen ser de suma importancia, y en la gastronomía no
es la excepción. Un buen final mejora o deteriora la percepción de una buena
comida. Es allí donde toma protagonismo la
pastelería. Sobre todo en esta parte del mundo donde esta tan avanzado y
podemos encontrar grandes maestros pasteleros.
En la rama de la cocina industrial no deja de tener valor la pastelería,
de hecho, dada las condiciones de los
servicios prestados en una línea como tal, toma un valor mayor, ya que realza y enaltece
por completo la misma. Es el mejor espacio para mostrar la diversidad de
colores, formas y texturas.
A pesar de todas características, cabe destacar que los espacios asignados para
desempeñar tales funciones, así como los
equipamientos suele ser los más reducidos tanto en espacio como en tiempo de
disponible, pero sobrellevando todas estas adversidades todavía se puede
conseguir el mejor resultado.
Es por eso que con muy pocos detalles y de modo
simplificado, donde “menos es más” se puede alcanzar un muy buen nivel de presentación
y sabor. La clave para alcanzar este
objetivo es poder planificar y organizar el trabajo con el fin de poder
optimizar los tiempos de ejecución y sacar el mayor provecho a las horas de
trabajo. En tal sentido es importante apoyarse con un recetario y un plan de
trabajo diario, que nos ayude a calcular los tiempos de cocción y tiempos de
enfriado.
Otra parte muy importante a considerar son los
costos. Aquí es donde se debe aplicar el mayor ingenio de venta y presentación dando
mayor énfasis a aquellas preparaciones de bajo costo impulsándolas. Con el fin
de balancear el mix de ventas. Es necesario tener claro cuáles son aquellas preparaciones
de “alto, medio y bajo costo”, evitando sacar en mayor medida, muchas veces por
falta de tiempo, aquellos productos fáciles de preparar, pero negativos en
impacto costo como por ejemplo frutas, yogures, etc.
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